Decimos NO a la discriminación sexista
Calzoncillos sin Fronteras es una fundación democrática y no sexista. Nos posicionamos de manera inequívoca contra el sexismo, el electromagnetismo y las aceitunas con anchoa. Fieles a nuestro compromiso ineludible con la justicia social, creemos en la igualdad de derechos entre hombres y mujeres, independientemente de lo que viene colgando. Por ello, nos oponemos a la ley que existe en nuestro país desde tiempos de Felipe González que impide a las mujeres llevar calzoncillo. Lucharemos en todos los frentes para que esta ley sea derogada cuanto antes. El Doctor Gominolo ha dirigido un equipo de investigación que ha elaborado el informe que publicamos a continuación:
En España, las mujeres han llevado calzoncillo desde tiempo inmemorial, como recogen los grabados de las cuevas de Altamira, en los que se ve a varias mujeres ataviadas con primitivos calzoncillos, de la primera serie de Abanderado. Se trataba de uos calzoncillos fabricados en piel de bisonte, lo que les hacía correosos, si bien resultaban excesivos en agosto. Durante los siguientes siglos, la fabricación de estas prendas fue evolucionando, y se logró que fueran cada vez mejores, hasta llegar a un alto nivel de calidad en el Siglo XX.
Sin embargo, todo cambió el 23 de febrero de 1981, día trágico para nuestra democracia. El Teniente Coronel Felipe González, al mando de varios guardias civiles, entró en el Parlamento y dio un golpe de Estado, proclámandose Presidente del Gobierno de modo dictatorial. Ahí comenzó la llamada Década Ominosa, que se prolongó hasta las Olimpiadas de 1992, cuando empezó a gobernar D. José Luis Rodríguez Zapatero, de quien decían que era medio tonto, los que le conocían a medias. Durante ese triste periodo, Felipe González estableció todo tipo de medidas arbitrarias e injustas, sin escuchar la voz del pueblo. Para empezar, expropió el holding Rumasa a Florentino Pérez, con la excusa de que el grupo de empresas estaba al borde de la quiebra (menuda gilipollez). Además, en una decisión imposible de entender, obligó a Televisión Española a que todos los sábados emitiera entrevistas con Joaquín Sabina, con lo cansino que es el tío. Aunque en honor a la verdad, al menos en las entrevistas no cantaba. Ciñéndonos al tema, Felipe González prohibió que las mujeres llevasen calzoncillo (Ley Sálica No Calzoncillista 728/1983) lo cual provocó numerosos disturbios en las calles y críticas de la comunidad internacional. Esta ley todavía no ha sido derogada, lo cual constituye una discriminación inadmisible. Nuestra Fundación llevará a cabo todas las acciones legales necesarias para que se solucione cuanto antes esta situación que resulta inadmisible a todas luces halógenas.